Nunca pensé, ¡ah, ja ja ja!
Y ahora estoy acá, ¡ja ja ja!
Pero voy caminando para allá, ja ja ja!
Aunque el camino me pase por arriba,
como el firmamento del ebrio
como la lujuria a la pasión
¿Cuántos grilletes te atan
siempre a otro más que a vos?
No me busques una explicación,
ni equis ni inecuación,
tengo el cerebro re partido en dos,
¡qué dos ni dos si yo ni siquiera soy yo!
Un blanco que hoy riega
con sangre prestada, con alientos ajenos,
dardos que vuelan justo
al colorido color nada.
¡Ay! Ja ja ja,
y vos le seguís buscando,
algún tipo de explicación,
una secuencia a una oración,
y esto no son más que heridas blancas,
alguna flecha podrida, loca,
sed, fluidos o dolor.
Besa estos zapatos,
te los regalo,
me voy en camello,
a una línea o un desierto,
a una torre donde todos Babla y Barbar,
pero más vale que se callen,
y callate vos también,
que no me dejás ver las estrellas,
que ahora muere el amanecer.