martes, marzo 11, 2008

En reversa.

Un silencio perturba,
siempre,
y te sentís alterada,
no podés más
nos tenés que alarmar.

Una lágrima rodando
perfectamente (en reversa)
la muerte estalla en consuelos,
es el diablo
el que te presta el hombro
el que te ofrece pañelos,

pero tu cara imperturbable,
de reina revelando, riendo,
corazón de acera (en reversa)
roncando en la tormenta.

el sudor, el asco,
la hipocresía
y el llanto tuyo
-que todo infecta-
se hace cenizas
y hasta rellena
los estómagos de mi juicio
en cada uno de mis vicios
nuestro círculo de humo,

pero en cada pena mi puño
en cada letra tus piernas,
esclavo, amo,
qué se yo, lo que sea,
si al final siempre termino
remando en la acera.