domingo, abril 24, 2016

Anónima III

Y no te levanto
ni con una sonrisa
me pierdo en un misterio
y en tu mirada vespertina
de diarios viejos
algún tiempo muerto
recorrió nuestros jardines
y esa luna cómplice

Animales sin silencios
brutales amarguras
te evito siempre
y te recuerdo
soy el sol y el azufre
que siembra este suelo
soy la nieve y el día
que nos mata de nuevo

Un sueño abrupto
me hizo de señuelo
caí sólo en esa trampa
la suerte de un carnero
blanco, quieto
manso como el cencerro
inventando nuestras bocas
remontando nuestros cielos.