(de probabilidades, de probabilidades)
Un camino entero que nos pisa
y un par de manos dibujando
una señal
entre tanta maleza diurna
hay una luna secreta
donde se siente sin pensar
que nunca creímos volver a escuchar
sin hijos del tiempo
ni miradas caníbales, vampiresas
de la amarga soledad
a algunos hacemos llorar
por la tibieza de este mundo
siempre crepuscular
nos empezamos a enamorar
entre silencios de ojos
manos que aprietan
dedos que se entrecruzan
pieles oscuras
Llamando
Un día hermoso
un sol cálidode la infancia más total
Amaneceremos la luna
para podernos despertar