viernes, agosto 21, 2009

Ardor eterno.

Un tipo me dijo una vez
que tal eso de prender
la ciudad que ahora ves
rociarla en sangre y fuego
y sumergirse en lo profundo

Ese polvo remolón
promete tapar todo
ya las caras se confunden
el eco corre y se choca
con la nada (la nada)

Un arma escupe
y yo soy llamarada
soy un ardor eterno
que contempla a lo lejos
el sinsentido
en el vientre del agua,

Era mi viejo que no paría
el dolor de la constancia
con su tinta de carretera
marcaba pasantías
al borde de la nada (nada)

Y yo, parado en la insistencia,
con un prontuario de lucha
con una pluma apagada
buscaba la puerta abierta
para seguir su larga marcha.

lunes, febrero 16, 2009

Requiem epistolar.

Había muerto un autor
y en su lugar quedé yo,
que ya no era yo mismo
era un tintero de rincón

Había muerto pensando
que entre el odio y el amor
se juegan un par de pesos
un silencio, una oración.

Había muerto borracho
o contando un cuento
que es parecido o similar
corrijanme un punto final

Había muerto acompañado
o eso al menos él pensó
pues nunca estuve a su lado
y hasta en verso fui impostor

Pero que mi cobardía
esa que me hizo viudo
y valiente en el amor
no lo engañe, no señor

Porque quizás ando escondido
y en realidad, al fin de cuentas
aquel sepelio fue una estafa
y en verdad ese muerto era yo.

domingo, febrero 15, 2009

(Tarde gris, costanera norte, ruidos de autos pasando a sombría velocidad. Aparte de eso, un silencio infinito, sólo osado a violar por el viento que acuna las olas. Un hombre, de espaldas, encapuchado, apoyado en en la baranda. Suena la radio atrás, un pescador más preocupado por el resultado del partido que por el hambre, Boca pierde dos a cero con los leprosos)

miércoles, febrero 04, 2009

Ese juego.

Estaba una,
el otro
y ese juego de los dos.

Mil delfines blancos
se escapaban, un ondeo tornasol
Sentada en el fondo la arritmia
y el pulso incierto del ahorcado
la danza, el deseo, la vendimia

Estaba él,
la otra,
y ese fuego de los dos

que entre sinceras bocanadas
revencaban al tiempo
se aferraban del techo
y olvidaban el gris adiós
los olores, el sexo, el alcohol

estaban dos
la eternidad recortada
y una bala en el cañón.

miércoles, enero 14, 2009

Goteando.

En vigilia espera
el santo su limosna
rocas que se hacen arena
pura
horizontes miopes

el gallo ronca con motor a destiempo
y la víspera ya llora el fín de sus días
la mentira

un mago esconde una sota en la mirada
las palabras son ceros
los cigarrillos,
eternos

se regeneran los pasos en eco a la nada
(a la nada)
una coda viviendo en lo más profundo
poblado, el estómago serpentino

tic tac
gota a gota
tic tac
gota a gota

Sangre.