lunes, septiembre 14, 2015

Anónima II

Contemplar la belleza
Criarla desde pequeña,
como una gota de lluvia
se evapora, arremolinada
en doce anillos
Sujetados fuertes unos
Con los otros
No se sueltan, aferrados
A la hermandad más profunda
La que no necesita mirar a los ojos
Para ver el color que reflejan
Todos los océanos
Y existe allí ese mundo fugaz
Animales que no saben de bien
Ni de mal
Y por tanto son sabios
Porque no conocen de la vejez
Más que lo que hace andar despacio
La juventud como un juego inquieto
Que atesora el amor
Descubre los sexos calientes
Las sonrisas verdaderas
Susurran canciones
Crecen
Hasta ser el canto de todos
Una sola mano, un sólo grito
Que se hace melodía, y quiebra
El pasado
Por su grieta, camina erguida la memoria
Mas no castiga, sino que acaricia
Como el agua a la sed,
Al cuerpo desnudo en el silencio
De un día que fue luz
Todos los niños brillaban
Sus dientes blancos como la luna
De una noche que fue larga
Pero hasta el más perezoso baila
Si se embriaga el alma
Remontando en un vuelo
Se sube al sol y lo amanece de nuevo
Para contemplar la belleza
Ser toda esa belleza
que tímidamente habita
lo que es valiente
y que por ser valiente
no tiene nombre
pero nos llama
siempre
a luchar por ella.