sábado, marzo 10, 2007

Cora

Un sueño del corazón,
que nos destruye las ideas,
el pecado que pasó,
un tonto solo y sin mar,
un frío gris invernal.

Tomaste del tiempo,
de la era del dolor.
Una decisión nos mató,
bebimos por años del polvo.
Los ojos ya no veían mar,
ni en verano ni en primavera.
El sol nos juzgaba de mañana,
el alma sufría condena eterna.

Pero de vez en cuando,
resuena una melodía.
Que como miel te enciende
ese malcriado corazón.
Y no hay pan para mañana,
pero los sueños están para soñarlos.

Todo me lleva a esta canción,
brinda sin vasos un día
que el alba te traiga
esa nueva salvación.