Un tipo me dijo una vez
que tal eso de prender
la ciudad que ahora ves
rociarla en sangre y fuego
y sumergirse en lo profundo
Ese polvo remolón
promete tapar todo
ya las caras se confunden
el eco corre y se choca
con la nada (la nada)
Un arma escupe
y yo soy llamarada
soy un ardor eterno
que contempla a lo lejos
el sinsentido
en el vientre del agua,
Era mi viejo que no paría
el dolor de la constancia
con su tinta de carretera
marcaba pasantías
al borde de la nada (nada)
Y yo, parado en la insistencia,
con un prontuario de lucha
con una pluma apagada
buscaba la puerta abierta
para seguir su larga marcha.